María Santísima del Amor amanece ataviada para la Festividad de la Inmaculada Concepción y el tiempo de Adviento. Para ello se han retomado los primitivos colores concepcionistas (rosa y azul), tomando como ejemplo la visión pictórica del pintor barroco Francisco Pacheco, que resalta la figura de la Virgen en el momento de ser concebida sin pecado original.
El atuendo elegido se compone de saya rosa brocada en plata, manto de terciopelo azul y tocado formado por encajes de Bruselas a la aguja "point gazé" de finales del S. XVIII.
TOTA PULCRHA ES, MARÍA
Guapísima!!
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